David Piñón Hernández, más conocido como Seher One, descubrió el graffiti con 15 años. A día de hoy este irreverente pasatiempo se ha convertido en su medio de vida, su oficio. Seher One es uno de los nombres mejor conocidos en la escena mexicana del arte callejero, distinción que se ha ganado a pulso gracias a un discurso estético bien definido.
Su último proyecto es una colaboración con la compañía de juguetes MediCom para producir una edición limitada de Bearbrick con gráficas personalizadas. A pesar de que utliza diferentes medios para expresarse, son sus pinturas y trabajo muralista el más energético y adictivo. Para Seher pintar es como "ser un animal. Conforme más lo alimentas, más quiere y más crece".