“Pina veía a través de los seres, nada escapaba a su mirada, pero de alguna manera hacía que uno no se sintiera desnudo ante ella, al contrario. Nos arropaba."
Son las palabras que Wim Wenders dedicaba a su admirada amiga y paisana Pina Bausch tras el estreno de su documental en 3d en la Berlinale 2011. De esta manera rendía homenaje a la mítica bailarina y coreógrafa, tristemente fallecida en 2009 de forma repentina después de diagnosticarle un cancer. Pina es considerada una renovadora de la danza moderna, creadora de nuevas formas y estilos en el teatro-danza. Su muerte coincidió en pleno trabajo de producción del film de Wenders que replanificó todo el material de rodaje para convertirlo en un homenaje a Pina y a su ciudad Wuppertal, donde se desarrolla buena parte del documental.
