Invaders



En 1989 tuve por primera vez una videoconsola. Era la Atari modelo 2600 Jr (1983) y creo recordar que contenía 100 juegos entre ellos el famoso Pac-Man, Donkey Kong, Pinball y por supuesto el Space Invaders entre otros... Quienes nacimos en los años 80, sabe que estoy hablando de una autentica modernidad si añadimos que vivía en un pueblo manchego de 12.000 habitantes y que dias antes del maravilloso regalo, llevaba los bolsillos llenos de canicas y peonzas.



Este adelanto técnico trajo consigo a la sociedad, en general y a mí, en particular, un mundo de imágenes antes desconocidas, misteriosas, divertidas con las que hemos vivido el resto de nuestra vida sin que olvidáramos ni un solo momento los dolores de cabeza que nos producía aquel trasto, al intentar hacerle de funcionar o al tratar sintonizar aquellas endiabladas frecuencias en las que se visualizaban en nuestro televisor, esas interminables sesiones electrónicas.

Bastantes años después me topo con una instalación de unos jóvenes artistas Kimi Spencer y Marko Manriquez, formada por varios invasores espaciales hechos con refrescante musgo. Además, los extraterrestres se prestan a la interacción táctil ya que emiten sonidos de 8 bits al tocarlos. “Moss Invaders fusiona un mural viviente y una instalación sonora capacitativa en una sola pieza”, explica Manriquez. “El visitante, al acercarse al inspeccionar a los invasores, los toca y el musgo responde reproduciendo un sonido. Esto empuja al visitante a seguir tocando otras partes del musgo que reproducen sonidos diferentes”.


La obra fue presentada durante el ITP Winter Show 2010 en la Tisch School de Nueva York.





 
 
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