La telerealidad


La telerealidad es el inmenso océano en el que la humanidad sobrevive, sobornada por ingentes cantidades de placer espiritual, material y altamente inflamable aunque fácilmente extinguible. La telerealidad todo lo quiere. Es insaciable, glotona. Incluso se enfada si algo no puede devorar. Si algo se le escapa lo destruye, lo aniquila ignorandolo, desaparece de la realidad que esta máquina de la verdad inventa. No le importa pues,  el alimento que no puede digerir y que alguna vez intentó degustar alentada por la curiosidad de cuando era niña. Pero ya es madura. Ya sabe lo que le interesa. Sabe que si algo no puede comer desaparecerá inmediátamente del mundo en el que se desenvuelve y por tanto quedará aniquilado todo bicho viviente  que ose cuestionar su capacidad de fabricar verdad.

Y se reinventa constantemente. Sabe que la humanidad la necesita y que debe asegurar el buen funcionamiento de sus jugos gástricos con los que desintegra toda noticia o hecho relevante. De esta manera lo relevante pasa a ser irrelevante y por tanto mucho mas fácil de digerir. Es casi un milagro.

Claro, todo proceso conlleva algún residuo. Los residuos son expulsados instantáneamente por pantallas de toda índole y complejidad. Llámense televisores, radios, teléfonos, Pcs... hay gran variedad de culos expulsando mierda. Pero eso si, es una mierda dulce y por tanto reaprovechable. Es otro de los milagros de este invento. La envidia de los ingenieros alemanes obsesionados con el aprovechamiento de la energía. Esta maquinaria es capaz de aprovechar cualquier mínimo deshecho para realimentar el sistema (véase G. Hermano, prensa rosa, Malayas y Gurteles o Leyes sindes).

"¿Que es lo que quieres ver?", dice este tema.

Te explico. Solo quiero ver lo que sale en la pantalla porque lo que hay fuera me asusta y me hará sufrir. Un poco más de anestesia por favor.


No Age - Fever Dreaming from Sub Pop Records on Vimeo.
 
 
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